sábado, 15 de diciembre de 2018

Escupa ese polvorón (Relato navideño en mantecado mayor)

La Nochebuena se viene, tururú
la Nochebuena se va.
Y nosotros nos iremos, tururú
y no volveremos más.


De chiripa, por una de esas casualidades que tiene la vida, ayer descubrí que he participado, publicitado e invertido dinero en una mentira; que me han estado engañando casi seis décadas. Que hay mucho hijo de puta conchabado… qué digo hijos de puta, existe toda una industria gobernada por enfermos mentales, sociópatas en su mayoría, detrás de esta estafa. Empezamos bien, pero que muy bien.

Y no, no ponga esa cara de asombro, porque ya me dirá cómo diablos se explica que uno de los villancicos más populares contenga una estrofa en la que deja bien a las claras que usted, sí, usted que ahora mismo lee esto, se morirá tan pronto como acabe de cantar el susodicho. ¡¿Que estoy exagerando?!, pues entérese de una vez y hágase un favor: ¡Escupa ese polvorón, antes de que sea tarde!